martes, 14 de junio de 2011

27 de Junio de 2010

Llegó el grand día. Átila Fernanda iba a nascer. Era un domingo, pero mi hermana internó el sábado, pues el parto sería cesariano (mi hermana siempre quiso así, nunca pensó en la posibilidad de sentir muchas dolores). Yo estaba muy ansiosa para conocer la carita del bebé, después de nueve meses, finalmente yo lo vería, y cuando lo ví, me dio una alegría y una felicidad inexplicable. Él era bonito, sí, por supuesto, pero aún estaba arrugado, solo había salido del vientre de mi hermana a cinco horas atrás, pero ya lo imaginaba lindo, paseando conmigo.

Mi hermana fue a vivir en la casa de mi madre (para mi suerte), tenería Átila a todo momento conmigo, o a casi todo momento, pues en esa época estaba quedándome como loca, estudiando para el examen de la universidad.

Para los padres (y para mí, claro) se inicia una nueva etapa, una nueva vida. Poco a poco se tienen que adaptar a nuevas rutinas relacionadas con el bebé recién nacido: su alimentación, el cambio del pañal, el paseo... Y las preocupaciones más comunes de los padres están relacionadas con el sueño y la alimentación del bebé recién nacido.

Una de las mayores alegrías es ver el desarrollo del bebé. Es muy interesante ver como en tan poco tiempo él puede desarrollar tanto. Los cambios que los bebés experimentan en sus primeros años de vida son realmente espectaculares. De ser un recién nacido desvalido, pasa a convertirse en un niño cada vez más autónomo que anda, juega y se relaciona con los demás.




2 comentarios:

  1. ¡Que chico tan guapo es Átila! Tan guapo como el nombre, ¿no?
    Te felicito, Jaynne. Su amor de madrina es muy precioso. Cuando leo tu blog, me acuerdo de cuando nació mi sobrina. Estaba muy feliz, como tú.
    Sigue escribiendo así, pues me ha gustado leer tus entradas en esta página.

    Un saludo,
    Sarah.

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  2. ¡Gracias Sarah!
    Voy a intentar escribir siempre que pueda, jejeje

    Besitos.

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